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lunes, septiembre 01, 2008

Mascotas mostraron gracia y solidaridad


Dinero recaudado en festival canino servirá para ayudar a animales sin hogar.

Entusiasmado por la victoria de Stich, quien ganó el primer puesto de “Mejor buen can”, su dueño Luis Tene se fotografió con quienes apoyaron a su mascota, durante el festival canino.

Aunque es la primera vez que ambos participan en un evento de este tipo, Tene dijo que volvería a hacerlo “con mi perro de raza ‘Delmer’ (del mercado)” dijo entre risas.

Él se jacta de tener una mascota que es muy inteligente, pese a que no es de raza.

Con gritos y aplausos el público apoyó a su can favorito, en busca de obtener el título de “mejor” en cualquier categoría.

Aunque el evento empezó con una hora de retraso, la gente estuvo en la Pista de Patinaje San Bernardo desde las 10:00, para ser partícipe de un festival que por primera vez se realizaba en favor de los perros sin hogar.

Además de participar de los distintos concursos que se desarrollaron en la jornada, quienes asistían tenían la oportunidad de adoptar un perro de la Fundación Amigos de los Animales (FADA).

Rocío Reinoso y su hija Andrea Sáenz dieron el ejemplo, al adquirir un perro sin hogar, el cual estaba albergado desde hace varios meses en la FADA.

Reinoso contó que su hija hizo todos los trámites para obtener la custodia de Nena. Su interés nació una tarde cuando visitó la fundación y conoció a la perrita.

Entonces decidió darle un hogar para que reciba cuidados y cariño, junto a otro perro y tres gatos que ya posee la niña.

“Hay que pensar que los animales también sienten, igual que nosotros, porque son seres vivos y necesitan un hogar” dijo Andrea, quien afirmó estar feliz de tener a Nena, que ayer se ganó el tercer puesto como el perro más pelucón. La ganadora debió demostrar que tan presumida es.

Silvia Cassinelli, responsable del albergue de la fundación, indicó que el evento tuvo una gran concurrencia, lo que los deja satisfechos de saber que la gente sí quiere apoyar a los animales sin hogar. Además de los concursos, se vendió a precios módicos la comida típica, que fue donada, pues esperaban recaudar un poco más de dinero.

Jorge Luis Ortega, representante de Agripac, indicó que se realizó este evento para concienciar a las personas para que respeten y den cariño a los animales que no tienen hogar y agregó que seguirán apoyando para que estos festivales se realicen a nivel nacional.

Casi al finalizar la jornada, la gente seguía llegando con sus mascotas. Margarita Montiel llegó con sus dos perros de raza schnauzer, con el fin de que concursen como Mejor disfraz canino, pero el tiempo no la ayudó.

En total, uno 60 canes participaron en las diferentes categorías, indicó Wilmer Gómez, quien fue parte de la organización.

Para una próxima ocasión se realizará el festival para los felinos, pues por ahora prefirieron no mezclar las especies, indicó Cassinelli. (LIE)

Romina Icaza
Diario Expreso

Expreso | 25 de agosto del 2008 | Guayaquil, Ecuador

FADA realizó I Festival de animales sin hogar

Durante la actividad se organizaron concursos caninos para recaudar fondos para el refugio de animales.

fin de concienciar a la sociedad sobre el cuidado de las mascotas, la Fundación Amigos de los Animales (FADA) realizó ayer el I Festival para caninos y felinos sin hogar.

Durante la actividad, que tuvo lugar desde las 10:00 en la pista de patinaje San Bernardo (atrás del C.C. Policentro), se organizaron concursos caninos como "el mejor disfraz", "el mejor cuidado" y "el más pelucón", con el objetivo de recaudar fondos para el refugio de animales, que dirige la fundación en el norte de Guayaquil.

Silvana Longo, voluntaria de FADA, comentó que también se ofrecieron mascotas abandonadas en adopción.

“En el refugio tenemos casi a 300 animalitos y les estamos buscando un hogar. El requisito más importante es que lo quieras mucho y no lo descuides, porque también son seres vivos”, expresó Longo.

La parte logística del festival estuvo a cargo de Agripac. Jorge Ortega, gerente de consumo de la marca, afirmó que el costo de inscripción para las competencias fue de US$ 1 y todos los premios fueron donados por la compañía.

Luis Alfredo Medina
lmedina@telegrafo.com.ec
Reportero – Guayaquil

El Telégrafo | 25 de agosto del 2008 | Guayaquil, Ecuador

Animales sin hogar esperan adopción

Más de cien gatos también habitan en el refugio de animales. En la celda donde permanecen tienen agua y comida. Se emplea alrededor de 6 kilos diarios de balanceado para su alimentación.

Danilo Briones lleva la comida (balanceado con arroz) a los animales del refugio de la Fundación de Amigos de los Animales, que organiza un evento para fomentar el respeto por los animales.

En Guayaquil existen seis refugios para perros y gatos, que sobreviven gracias a la labor de un grupo de voluntarios.

“Perro que ladra no muerde”, sentencia Danilo Briones, de 38 años, uno de los dos cuidadores del refugio de la Fundación Amigos de los Animales.

Llegó a Guayaquil hace seis meses. Fustiga con una soga el pantalón, que lleva enfundado en botas llenas de lodo. El refugio también es su hogar y los perros sus amigos fieles. Posa su mirada en Michelle, una perrita patuchita, que se las ingenia para lamer del plato que lleva en su mano izquierda. Luce una especie de collar de soga de color azul, que indica que ya recibió su baño semanal.

Danilo conoce a los “abandonados”, casi tan bien como cada rincón y cada uno de los chanchos, pollos, caballos y vacas que dejó atrás en la finca de sus padres, en Paján (Manabí). Con convicción dice que son mansitos, que no hay ni uno bravo, “porque animal que muerde es al que lo han pateado y aquí tienen cariño, todos son engreídos”, recalca como si fuera una autoridad en la materia.

Son las 12:00. Al festín de olores, de orine, se suman cientos de ladridos.

En la puerta de malla de la entrada, cuatro ojos inquisitivos ven pasar los carros que corren sin piedad por la avenida. Son Kayser y Negra, dos perros “cholitos”, que cumplen el papel de vigilantes. Sacan sus narices negras y húmedas a través de la puerta para olfatear.

e alejan rápido de la reja. Solo atinan a mover nerviosos sus colas. Prefieren mezclarse entre los trescientos canes que habitan en el refugio para perros abandonados. Empieza un recital de ladridos interminable. Es un sube y baja de tonos, desde pitidos hasta grandes vozarrones.

El panorama no es el de un lujoso hotel para perros. En un terreno de 30 x 80 m. A Ana María, una perrita que deambulaba sin rumbo por las calles del sur de Guayaquil, hace una semana le diagnosticaron cáncer y pronto irá a qumioterapia. Ahora permanece inmutable sobre un lavadero a la espera de que se le seque su abundante y negro pelaje.

“Es una perrita chola, que tiene un cabello lindo”, comenta el cuidador, mientras pasa junto a una de las ocho jaulas con paredes de malla. Ahí se aloja a las hembras en celo e incluso a las esterilizadas que ladran sin cesar ante la presencia de extraños. Hacia el centro del recinto, en otra celda, un macho de la raza pitbull solo atina a moverse de un lado para otro. Es uno de los cientos sin nombre y, además, está ciego. Al escuchar el aullido se pone nervioso, respinga la nariz e intenta entender qué sucede a su alrededor.

El recital de ladridos se agota lentamente. Se debilita. Los canes se adaptan a la situación, igual que lo hicieron en su momento cuando luchaban por sobrevivir en las calles.

Son cientos de historias que convergen en un solo lugar. Los sin nombre, los abandonados, los pateados… En esa inmensa manada se mueven desde cachorros hasta adultos. Grandes, pequeños, marrones, negros, rallados, atigrados, moteados, peluchones y lampiños. De raza, cholitos, runas. Hay para escoger.

“Pero ni los que tienen “pedigree” se salvan, igual los arrojan a la calle, pero los adoptan más rápido”, cuenta una de los 8 voluntarias que trabajan por mantener el lugar, con donaciones que reciben de empresas privadas o aportando de su sueldo.

Líder Briones, de 28 años, es el primer cuidador y hermano de Danilo. Antes estuvieron otros en ese puesto, pero no aguantaron.

Llegó primero a Guayaquil en busca de trabajo hace dos años. Tras escuchar un anuncio en la radio fue al refugio y ahí está desde entonces. “Somos como los papás de los animales”, sonríe mientras contempla a los perros.

Desde las celdas grandes, una veintena de perros echados en sillas de plástico observa lo que pasa afuera. Otros están dispersos: en la colina, en el piso, en estanterías abandonadas, mientras unos más toman agua que beben de grandes tanques. Una imagen que parece repetirse una y otra vez en cada escondrijo del terreno.

Faltan celdas para alojamiento, pero la manutención del lugar es dura. Solo en alimentación gastan US $ 5.000 al mes. Y eso sin contar con que también hay un espacio para gatos. Más de cien. Su territorio está al fondo del terreno, en una gran jaula. Ahí una carey (con manchas amarillas, blancas y negras) se acicala. Acaba de darse un festín. Son casi 6 kilos de balanceado al día solo para los felinos.

En medio de la manada está el can más fiero. “Chocolate no se casa con nadie. Siempre está de mal humor y no permite que nadie se le acerque, pero por eso es el que menos se baña”, cuenta Danilo.

Dentro de la jauría hay divisiones. Son como pandillas. Los de la colina no dejan que los de “abajo” se acerquen a su territorio. Lo mismo hace un samoyedo que marca su sector.

La inmensa manada se mueve. También hay canes casi lampiños y otros solo con piel. Más bien un pellejo bruñido sin color e incluso abatido con sarna, con cicatrices y marcas. Canela sabe de qué se trata. La cachorra, ahora de un año y medio, deambulaba sin rumbo antes de ser llevada hasta el refugio. Tenía sarna. Los voluntarios la recogieron y la llevaron a uno de los dos veterinarios que atienden a los animales del refugio. Ahora juega con otros de su edad. No tienen pulgas ni garrapatas.

Es hora de la comida del medio día. Danilo sale de una garita que le sirve de alojamiento con varios platos. Sonríe, no le importa el calor ni que aún le faltan muchas horas para descansar. Se levanta a las 07:00 y la jornada se extiende hasta las 23:00. Una rutina que se repite seis días a la semana.

Lleva el balanceado con arroz, para sus engreídos. Mientras tanto, sigue su rutina. Y se abre paso entre un mar de canes que se abalanzan sobre él para arrebatarle un plato.

María de Lourdes Guanín
mguanin@telegrafo.com.ec
Editora Sociedad

El Telégrafo | 24 de agosto del 2008 | Guayaquil, Ecuador

Festival en beneficio de los animales

La fundación Amigos de los Animales realiza hoy el Primer festival canino por los animales sin hogar. Inicia a las 10:00 y se extiende hasta las 15:00 en la pista de patinaje San Bernardo, en la av. Francisco Boloña 711 y calle Décima, frente a la entrada de Pycca en el centro comercial Policentro.

El Universo | 24 de agosto del 2008 | Guayaquil, Ecuador

Festival y colecta

Fundación busca ayuda para animales de la calle

Mascotas.

La Fundación Amigos de los Animales (FADA) ofrece una mañana de diversión a todos los amantes de las mascotas. Se trata del Primer Festival por los Animales sin Hogar, que se realizará el próximo domingo con la finalidad de recaudar fondos para mantener el refugio Provida, que alberga a 300 animales abandonados de la ciudad.

En la jornada, que se realizará de 10:00 a 13:00 en la pista de patinaje San Bernardo (detrás de c.c. Policentro), habrá concursos para perros cachorros y adultos en las categorías: Cholito mejor cuidado, el Más pelucón, Mejor disfraz canino, Mejor buen can (donde se demostrarán las habilidades de adiestramiento que haya desarrollado el animal) y Cambio extremo (fotografías de cómo era el perro cuando lo recogieron de la calle).

Los gatos solo podrán participar en la categoría Michu más lindo. Los propietarios deberán llevar la foto más hermosa que tengan de su mascota, explicó Silva Cassinelli, coordinadora de la fundación. Un jurado compuesto por veterinarios y expertos evaluarán a los mejores exponentes de cada área.

También habrá una tómbola, caritas pintadas para los niños y comida criolla familiar.

La entrada cuesta $ 1, los menores de 12 años entran gratis. Puede adquirirlas en la Fundación Amigos de los Animales, ubicada en Clemente Ballén 511 y Escobedo, o a los teléfonos (09)943-0584 y 240-3550.

El Universo | 20 de agosto del 2008 | Guayaquil, Ecuador